Ovejas y abejas poco rinden en manos ajenas.
En ninguna parte está mejor el dinero que en poder de su dueño.
Quien administra tus bienes, por suyos los tiene.
El administrador es más dueño que el señor.
El administrador es el verdadero señor.
No es de su dueño la hacienda, sino de quien goza de ella o de quien la maneja.
Los presentes se comen lo de los ausentes.
Hacienda de forasteros, de todos, y no de su dueño.
Tú mi señor y yo tu administrador, ¿a cuál de entrambos le irá mejor?
Quien te administra, a tu costa se suministra.
Quien administra hacienda ajena, no se acuesta sin cena.
Las heredades, para los capataces.
Lo que ayer fue de señores, es hoy de sus administradores.
Hacienda de señores, cómenla sus administradores.
A quien mejor administre, los bolsillos no le registres.
La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.