Quien mucho adivina, en algo acierta.
No hay mujer tan ladina, que cuente los huevos en el culo de la gallina.
Vete a la vedera, meterte ha en cansera.
Vete a la adivina, meterte ha en fatiga.
No vi mejor adivinador que discurso con razón.
¡Ay, grillo, grillo, y en qué aprieto estás metido!
Atabales en cuaresma, que me maten si no son bulas.
O tú eres el diablo, o Per Alonso el Rallo.
Señal de borrica frontina, viéndola, bien se adivina.
EI profeta Chirivía, adivinaba lo que sabía.
Cuando lo vi en el jarro y que era tinto, en seguida adiviné que era vino.
¡Buen adivino: que lo vió tinto y en un jarro, y adivinó que era vino!
Adivina el burro que lo aparejan, cuando le echan la albarda a cuestas.
Cuando vi el pellejo a la puerta, luego vi que la burra era muerta.
Adivina como gitano, que acierta dónde está la bolsa, mirando la mano.
La corona de la pena es recordar tiempos más felices.