Cada vez que estés a punto de señalar un defecto en otra persona, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué defecto en mí se parece al que estoy a punto de criticar?
El ser humano no vive solo en el mundo objetivo ni solo en el mundo de la actividad social como se entiende habitualmente, sino que está muy a merced del lenguaje particular que se ha convertido en el medio de expresión de su sociedad.