Si estás molesto por una causa externa, el dolor no se debe a la causa en sí misma, sino al valor que tú le das. Y tienes el poder de revocar ese valor.
La felicidad depende de la autodisciplina. Nosotros somos los mayores obstáculos para nuestra propia felicidad. Es mucho más fácil luchar con la sociedad y con los demás que con nuestra propia naturaleza.