Entrada aleatoria

Las historias del fin del mundo tienden a ser ciertas. Siempre me han atraído, pero cuando escribí la mía, me sorprendió el placer de crear un mundo que ha cambiado tan radicalmente, pero en el que hay tanto significado y valor en cada cosa pequeña y ordinaria que tenemos y damos por sentada: duchas calientes, comida suficiente, amigos, rutinas.