Las fiestas que hago al perro, son por su dueño.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Yo sonrío tanto en el teatro que me duele la cara al salir.