Por el santo se besa la piedra.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Pero esto es Miami, no puedes venir a Miami y no mostrar nada de piel. Tienes que mostrar algo. Si estás todo cubierto con este calor vas a hacer que me desmaye sólo de mirarte. Es sudoroso en Miami, pero los diamantes me mantendrán fresco.