Dijo el envidioso al adulador: “Tan tuin eres tú como yo”.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Toda mi vida he tenido el privilegio de ganarme la vida con mi imaginación y lo más importante ha sido ver crecer mi vida creativa. Me educaron para ello y he vivido en consecuencia.