Hombre lisonjero, falso y embustero.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La mansedumbre, la abnegación y la generosidad no son patrimonio exclusivo de ninguna raza o religión.