Entre falso y lisonjero, hay de diferencia un pelo.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
La experiencia me enseñó que las familias trabajadoras están a menudo a un solo cheque de la catástrofe económica. Y me mostró de primera mano la importancia de que todas las familias tengan acceso a una buena asistencia sanitaria.