EI sombrero hasta el suelo y el repelón hasta el cielo.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
No cambiaría nada de mi vida profesional y me propongo no insistir en mis errores.