Quien te canta la copla, ése te la sopla.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Estoy agradecido por las oportunidades que se me han dado de participar en esa labor como representante de mi país, Canadá, cuyo pueblo creo que ha demostrado su devoción por la paz.