Quien te alaba, te engaña.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
Antes de ser madre, solía pensar que los padres que se preocupaban de que sus hijos vieran la MTV no tenían ni idea. Ahora que soy madre, ¡veo por qué tanto alboroto!