Al niño besa quien besar a la madre quisiera.
La mucha miel, empalaga.
Por mucho dulzor, no es mejor.
Nadie lamiendo engorda.
Lamiendo no engorda ningún perro.
Por la peana se adora -o se besa- al santo.
He aprendido a tener sentido del humor conmigo mismo. Dios sabe que todo el mundo lo tiene.